La vida adentro de un Shopping

En todo este tiempo no he logrado descifrar del todo la extraña fascinación de los húngaros por esas moles gigantes de cemento que son los Shopping Malls. O sea, claro, es cómodo tener todo concentrado en un mismo lugar y a nadie sorprende que además de poder comprar ropa o electrodomésticos haya opciones clásicas de esparcimiento como cines, restaurantes o bares.



Pero en Budapest todo, pero todo, se puede hacer adentro de un Shopping: bancos, correos, empresas de teléfono celular, locales para copiar llaves y/o arreglar zapatos, tintorerías, verdulerías, almacenes, discotecas (toda una experiencia irse de un baile a la madrugada caminando adentro de un mall dormido), casas de cambio, gimnasios, casino o solariums. Y esta es solo una pequeña muestra de lo que uno se puede encontrar en un recorrido por el edificio de Mammut en Buda.





Hay muchas más opciones: en la ciudad, ubicados estrategicamente, se reparten estos megaedificios. Cada uno con sus propias características. Para una lista más completa, se puede ver acá o acá.
Insisto, a uno puede no gustarle ir a este tipo de lugares. Pero a veces no queda otra. Por ejemplo, si se te rompe un par de zapatos ahí te das cuenta que las zapaterías de barrio son una especie en vías de extinción en Budapest. Y para mandar una carta (aunque el género epistolar no esté en su mejor momento ...perdón por el autobombo) es también la opción más simple.

PD: Este post fue escrito en un Shopping (claro), en uno de los Mc Donalds más ruidosos que he visto en mi vida con música electrónica sonando a todo volumen. No recomendable.