Recorriendo hoteles: Sissi

Cuando era chica crecí leyendo los libros de Sissi Emperatriz. Era una larga saga, siempre adornada con historietas y que iban contando las peripecias de una bella muchacha que se convirtió en un mito. Por eso, para mi Hungría siempre se va a asociar con Elizabeth.
Erzsébet, como le dicen acá, fue emperatriz del vasto imperio austro-húngaro y hoy su nombre se repite a lo largo de las calles de Budapest. Por eso uno de los primeros hoteles que elegí para visitar y postear es Sissi Hotel: más especificamente la suite que lleva su nombre. "Es una habitación romántica, ideal para parejas", me cuenta el manager. Claro, ya está reservada para San Valentín a 150 euros la noche.
Este hotel de tres estrellas es bastante simple y no es lo arquitectónico lo que lo destaca. Creo que una de sus principales virtudes, más allá de la suite en cuestión, es la ubicación: una calle tranquila y poco transitada en Pest, pero cerca del centro y de la calle Raday (repleta de opciones para comer y tomar algo). Hay pisos para fumadores y no fumadores (si les molesta el olor a humo no se olviden de ese detalle).


Volviendo a la habitación en sí, está llena de postales familiares en las paredes: Sissi montando a caballo, con sus hijos, o con su marido. La cama es un tema aparte aunque reconozco que me sorprendí con el detalle del espejo en el techo. No parece algo muy usual para la realeza en aquellos tiempos, pero en el siglo XXI puede despertar las fantasías de más de uno.

Y, de yapa, cuando salí del hotel me encontré con este hermoso mural decorando una playa de estacionamiento vecina. Si se fijan bien una de las ventanas no está pintada, sino que es de verdad. Dan ganas de tocarle el timbre al dueño y preguntarle cuál fue el secreto para conseguir la única ventanita de todo el edificio.


Angyal utca 33 (Distrito IX)