Romina Feigin es una argentina que llegó a Budapest el 23 de abril de 2008. Así comienza su historia con la ciudad. Y con su relato inauguramos una nueva sección. Poco a poco iremos conociendo historias, anécdotas, sensaciones y recomendaciones de viajeros de todo el mundo.
"En mi diario de viaje, dice que el tren se había atrasado, raro en Europa, pero a veces sucede...y que cuando llegamos estaba lloviendo. Me acuerdo que teníamos un flyer que habíamos agarrado del hostel de Viena o teníamos anotado en algún lado la dirección de un hostel para ir, pero resultó que no lo encontramos. Así que decidimos acudir a la ayuda de algún húngaro buena onda, que hablara en inglés, para que nos de una mano y nos dijera donde estábamos y donde había un hostel cerca. Resultó ser que esa persona buena onda era un chico (que creo que se llamaba Fares). Es más, tengo su nombre y su teléfono agendado en el diario de viaje. Era de Libia, cerca de Egipto. Nos subimos con él al tranvía en dirección al centro con rumbo a otro hostel que teníamos anotado.
Llegamos al lugar: era un edificio muy grande pero viejo, que tenía un hostel adentro y estaba bueno. Si no me acuerdo mal, creo que pagamos cada uno alrededor de 7 euros, y como no había nadie, nos dieron una habitación que era como para diez personas pero para nosotros solos.
Apenas dejamos las cosas y nos instalamos fuimos a un restaurant que estaba ahí abajo, de comida turca. Después, para bajar la comida, salimos a caminar por la zona de Pest: pasamos por el Parlamento y seguimos para el lado del City Park. El camino fue por la Avenida Andrassy, a la que también le encontramos el parecido con la Avenida de Mayo en Buenos Aires.
Y, siguiendo con las analogías, otra cosa que nos llamó la atención fue una estación de subte, que creo que es la más antigua, que es que es exactamente igual (hasta los coches) a la porteña línea A ¡Ojo que en las horas pico el subte se llena como en Buenos Aires!
Lo que nos pareció muy loco fue que a un costado del parque había dos grúas que tenían unas plataformas colgantes que se promocionaban como “Dinner in the sky”. Eran dos plataformas, una al lado de la otra: en una había una mesa con banquetas alrededor donde la gente se sentaba a cenar. Era como una barra con capacidad para diez personas y los mozos servían desde ahí adentro. En la otra plataforma una banda musicalizaba la velada. Un flash. Eso sí, les debo la parte de cuánto salía la joda porque ni averiguamos.
Otra cosa que captó nuestra atención fue una escultura del escritor anónimo.
Otra experiencia diferente que vivimos en Budapest -gracias a la gente que trabajaba en el hostel-, fue la de fumar Narguile con tabaco con sabor a menta. Ese día terminó con una cena con Goulasch y con una caminata por las orillas del Danubio con unas luces increíbles.
Al día siguiente, caminamos hasta la isla y cruzamos a Buda: subimos al Castillo, paseamos por la zona, por el Danubio y nos encontramos con otra escultura rara, de una chica con un perro. Terminamos almorzando en una feria que había en una plaza y a la tarde ya partimos rumbo a Zurich.
Conclusión, no me acordaba que había estado casi dos dias y una sola noche en Budapest… recorrimos tanto que me pareció mucho más. Una ciudad muy linda, con unos edificios increíbles, unos paisajes divinos y un idioma inentendible". :)
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La primera foto me hizo acordar de una "argentinada" que nos pasó en el subte de Budapest: nos paró un inspector (obviamente un caza-turistas), nos pidió los boletos y nos dijo que hicimos mal al cambiar de subte con un mimsmo boleto, que para hacer conexiones debíamos volver a marcar el ticket. Y pagamos la multa. Luego, el muchacho del hostel nos dijo que efectivamente era así, pero que la multa era MUCHO más baja de lo que nos cobró. Nos sentimos como en casa.
ResponderEliminarRoco, lamemtablemente esas cosas pasan en Budapest. El problema de la corrupción es endémico y atraviesa todos los niveles. Hay que estar atentos también, por ejemplo, con los taxis. Siempre es mejor llamar a alguna empresa segura por teléfono y no tomarlos en la calle. Que pena que te haya pasado eso!
ResponderEliminarHay esa gente del metro!!! yo guardaba todos mis tickets en la misma bolsa del pantalón, y ándale que me subo a la línea azul y me piden el ticket cuando quisimos cambiarnos a otra y le di un bonche de boletitos... y cada que le daba uno me decía el tipo "problem, problem".. total que después de como 10 papelitos encontró el bueno (que nunca supe qué le veía, para mí todos eran igualitos!!)
ResponderEliminarLuego comentábamos eso en el funicular que sube a Buda y otro turista estadounidense opinó lo mismo, que qué lata con los "problem, problem"! jajaja! parece que a todos nos pasó al menos una vez....
Si, la verdad es terrible lo de los inspectores. Casi ninguno habla inglés y se pueden poner complicada la cuestión si uno viaja sin boleto. La multa es de 6 mil forints (como 20 euros). Y eso si se paga en el momento, porque si la pagás después se duplica. Y muchas veces están a la "caza" de turistas. En el caso que uno pague la multa debe pedir siempre un comprobante para evitar que pase lo que le contó Roco más arriba.
ResponderEliminarGabi: La escultura que captó la atención de Uds está en el Boque Urbano (Városliget), en un patio del Castillo de Vajdahunyad.Es obra del escultor Miklós Ligeti, la hizo en 1903 y representa al " Cronista sin nombre" ( Anonymus) autor en el siglo XII de la primeraCrónica húngara ordenada por el Rey Bela IV.Es una figura que oculta su rostro,probablemente un monje.Saludos Daniel.
ResponderEliminarGracias Daniel! La verdad que es una escultura super original.
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