miércoles, 27 de octubre de 2010

El tren de los niños

Podríamos decir que nuestra visita al Tren de los niños (Gyermekvasút) fue una especie de excursión escolar. Todo empezó en la clase de húngaro, mientras luchábamos con mis dos compañeras para tratar de memorizar los nombres de todos los medios de transporte locales (les juro que hay muchísimas opciones). Así fue como nuestro gran profesor nos habló de este paseo: un tren en el que trabajan chicos de 10 a 14 años. Y allí fuimos las tres. Es una salida interesante no sólo por esta particularidad, sino por el paisaje en sí. El tren recorre 11 kilómetros en las colinas de Buda, atravesando hermosos lugares como Normafa.

Bueno, como les decía, acá trabajan los pequeños, pero (no se asusten) que los conductores son adultos (lo mismo que los supervisores). Casi todas las demás tareas, desde la venta de tickets, hasta el control, o la operación de las señales está bajo el control de los pequeños. Por los altoparlantes también se escuchan voces infantiles. Los participantes deben tomar un curso de entrenamiento previo que dura cuatro meses y que termina con un examen. Como en el caso de los adultos del sistema ferroviario, la licencia expira en un año, y deben renovarla cada primavera.

Los niños trabajan en las siete estaciones y la idea es que vayan rotando en las posiciones. Lo más alto que pueden llegar es a traffic manager (los van a reconocer por el gorro rojo). Los niños van cada quince días y son voluntarios. Para la mayoría es una forma de divertirse y aprender a tomar responsabilidades.

Este tren tiene una larga e interesante historia, que arranca por los años del comunismo y está intimamente ligada al concepto de los pioneros. La idea de un tren operado por niños comenzó después de la segunda guerra mundial y se replicó en varios países del ex bloque soviético. En 1947, durante un encuentro del movimiento infantil en el Ministerio de Asuntos Culturales húngaro, se decidió instalar un gran campamento ("la ciudad de los niños"), junto a un novedoso medio de transporte. La construcción comenzó el año siguiente.
Se seleccionaron alrededor de 80 chicos de las escuelas de Budapest, pero sólo eran admitidos aquellos con excelentes calificaciones (el mismo requisito que continúa hoy). Poco a poco se fue ampliando la construcción y sumando estaciones. El tren infantil fue mucho más popular de lo esperado, muy asociado al sistema político. Altos líderes comunistas solían visitarlo y los pioneros eran mostrados como modelos para sus compañeros de clase. Era una institución de élite que buscaba representar a lo mejor de las nuevas generaciones.

En octubre de 1956, en los momentos de la revolución húngara, el tren se cerró. Pero, según explican en el sitio web, no sufrió daños: "Aunque era una iniciativa del régimen, se consideraba más una institución infantil que un símbolo político". Con la caída del muro siguió en funcionamiento, aunque con menos fondos y cambios en la organización interna. Ya no está el movimiento de pioneros, sino que la empresa responsable es la compañía ferroviaria del Estado (Máv). También se renombraron algunas estaciones, se removieron las estrellas rojas y las corbatas coloradas se sustituyeron por las azules. Hoy sigue funcionando como una pintoresca atracción turística para locales y extranjeros.

Datos útiles: Hay trenes todos los días (de septiembre a abril no funciona los lunes). En invierno circulan desde las 9 hasta las 17, y en verano el horario se extiende hasta las 19. Además hay servicios especiales la mayoría de los fines de semana. Hay distintas tarifas, pero por ejemplo un ticket sólo de ida cuesta 700 forints. Los trenes a vapor circulan los fines de semana y feriados, dos veces por día, y se cobra un adicional. Además hay un vagón especial para fiestas y cumpleaños. Toda la información está en la página web.

Cómo llegar: Con el tranvía 61, desde Moszkva ter, se llega a la estación Huvosvolgy. De ahí se puede caminar, subiendo unas escaleras, hasta llegar a la terminal. Esta es sólo una manera, hay distintas opciones según la estación a la que quieran ir. También pueden aprovechar y tomar el fogaskerekű vasút (“ferrocarril de cremallera”) al inicio o al final del recorrido. Vieron? Les dije que acá hay medios de transporte para todos los gustos.

Gracias a Milan Gadjos, fotógrafo invitado para este post!

¿Fueron a este tren? ¿Qué les pareció? ¿Qué recomiendan hacer antes o después?

2 comentarios:

  1. En Facebook Aron Halasz, amigo de la casa, recomienda lo siguiente (lo copio acá porque puede servirles para armar su paseo): "The best is a mixed trip with Libegő (the chairlift which goes from Zugliget to János-mountain). From the top of Libegő its a 10 min walk to this railway with a beutiful view, and there are also a lot of sights such as János-hegy, Normafa, Hárs-hegy, Zugliget or the whole way of Gyermekvasút. Especially now with the sunshine and the colorful woods...ja, and if you want to go there in peace, dont choose the weekend:)
    Basicamente, recomienda tomar la telesilla (Libego)y, si quieren estar más tranquilos, evitar ir los fines de semana. Suerte y espero más recomendaciones como esta!

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